Inquietudes nacionales
¿De qué manera favorecerá al mercado nacional el contrato de almacenamiento y distribución de gas con FLOPEC?
Desde hace años se ha criticado las políticas de almacenamiento y comercialización de gas. La primera porque consolidó a lo largo del tiempo un sistema flotante de mantenimiento de inventarios (barcos almaceneros) que es oneroso, y que sólo se lo utiliza ocasionalmente. Lamentablemente, como ocurre con muchos temas públicos, los gobiernos mantuvieron esta estructura cara y no buscaron una solución que evitara la dilapidación de fondos públicos.
Con la decisión de contratar directamente a FLOPEC para que con recursos públicos realice la construcción de un Terminal de almacenamiento de gas en tierra que asegure la provisión del mercado interno, se busca resolver el problema, mientras la empresa naviera incorpora a sus actividades un nuevo campo de operación.
En lo relativo a la compra-importación de gas, la política comercial ha estado sometida a procesos de licitación abiertos que, aunque algunos dejaron dudas y no fueron escrupulosos, buscaban encontrar las mejores condiciones de mercado.
Con esta contratación directa a 20 o 22 años plazo, sin concurso, de ahora en adelante FLOPEC, cada dos años negociará los márgenes de utilidad que desea alcanzar, tanto en la inversión de su patio de almacenamiento de esferas como las condiciones de las importaciones de gas.
De lo anterior surgen los siguientes comentarios: La decisión de tener un centro de abastecimiento seguro y en tierra es buena. Resuelve un problema estructural. Lo malo es que la contratación directa no permite conocer si las condiciones económicas son las mejores y si la tecnología es la más adecuada. No hay transparencia. No hay una razón objetiva que justifique la omisión de una licitación pública que lleve a escoger la mejor oferta, tanto en precio como en calidad y tiempo, proceso en el cual FLOPEC con justo derecho podría intervenir.
En lo concerniente al abastecimiento tampoco se explica la eliminación de concursos abiertos que consigan extraer del mercado las mejores condiciones y alcanzar el aprovisionamiento más conveniente. En este campo también FLOPEC puede intervenir. Al igual que lo comentado en el caso de las esferas, si se continúa con este proceso directo de compras, tampoco se sabrá si las transacciones son buenas y convenientes.
El hecho de que sea la dueña del centro de abastecimiento no le da derecho a tener el monopolio total de la actividad., con lo cual sus incentivos no necesariamente son compatibles con lo que busca el país. ¿Porqué las empresas públicas no pueden competir y demostrar con ello que si son eficientes?
¿Hasta qué punto desestabiliza el mercado de los productos de consumo básico, la demanda de Perú y Colombia de los mismos?
No se conoce con exactitud el monto de productos de consumo básico que han salido por las fronteras norte y sur. Para que ocurra una desestabilización interna, esos mercados deberían atravesar por un desabastecimiento de cierta magnitud que no parecería ser la realidad.
Lo que pasa es que en general los precios de los alimentos han subido en el mundo porque existe un aumento de la demanda provocada por la notable mejoría de la capacidad de consumo de algunos países en desarrollo o emergentes, a lo que se suma la conversión energética hacia productos biodegradables.
Con estos elementos, la ventaja comercial derivada del diferencial de precios que favorece a los bienes nacionales tendría que ser explotada con políticas promocionales de producción. Si los mercados mundiales y el andino en especial están en una situación deficitaria, el Ecuador debe entender las causas del problema para aprovechar sus ventajas y maximizar los réditos económicos y sociales que pueden tener una dimensión de gran valor. Por ahí camina la solución.
La decisión del Gobierno de prohibir la exportación de arroz da una señal contraria a la línea de aprovechamiento productivo y de mejoramiento competitivo pues castiga a los productores, no les incentiva a ser más eficientes y promueve mercados paralelos. Con la idea de proteger al consumidor, que no se lo consigue, o se lo logra parcial y temporalmente, se soslaya una oportunidad de crecimiento con calidad y efectos redistributivos positivos.
La apertura de mercados, especialmente por la integración andina lleva a tener un sistema de precios mucho más competitivo que por hoy favorece a la producción nacional, pero que mañana si no es eficiente enfrentará una competencia cuyo ganador será el consumidor. Esas son las reglas y hay que saber aprovecharlas. Todo retroceso es demasiado costoso.
¿Qué riesgos existen en cuanto al tiempo del inicio una negociación bilateral con Estados Unidos, si es que no se produce la renovación de la Atpdea?
Esta negociación está todavía en paños menores. Tomará mucho tiempo encausarla, si ello es posible pues existe un tema altamente controversial propuesto por los EEUU que es la inclusión del “Mecanismo de solución de controversias” entre los asuntos a ser convenidos entre las partes. El gobierno del Ecuador ha mantenido guardada algunos meses la respuesta enviada por los EEUU, y sólo ha reconocido públicamente su existencia a instancias de los floricultores quienes han solicitado un esclarecimiento de la posición nacional.
Como es conocido el gobierno ha manifestado reiteradamente su oposición a la existencia de sistemas arbítrales internacionales de solución de controversias, con lo cual el pedido de los EEUU toca un tema de muy difícil solución.
Hasta que esto avance, el sistema de preferencias arancelarias con seguridad habrá concluido su existencia. No se aprecia una posibilidad de empatar estos procesos. Hay que recordar que el 85% de las exportaciones no petroleras a los EEUU están protegidas por el Atpdea.
¿A pesar de nuestros ingresos petroleros cómo influirá en la economía nacional si los índices de inversión continúan cayendo?
De ocurrir una desaceleración de la inversión habría que evaluar en qué sector o sectores ocurrió. Si aumenta la inversión petrolera y se reduce en el resto de sectores se tendría un escenario en el que el crecimiento económico dependería cada vez más de la actividad hidrocarburífera.
Si se revisa la información de Cuentas Nacionales hasta el tercer trimestre de 2007 se observa que en el acumulado la inversión cayó en 1,1% comparado con 2006. En este sentido, habría que esperar las cifras de cierre de 2007 así como la información de los dos primeros trimestre de 2008 a fin de evaluar si declina la inversión en la economía, considerando que el Gobierno cuenta con programas viales y de generación eléctrica.
DESTACADOS:
No hay una razón que justifique la omisión de licitación pública para escoger la mejor oferta de una obra pública.
La ventaja comercial de precios de alimentos tiene que ser explotada con políticas que aumenten producción.
Colaboración Editorial
DIARIO EL COMERCIO
Enero 18 del 2008